FARM RIO

FARM Rio nace en 1997 en un mercado de moda independiente de Rio de Janeiro y se ha convertido en una de mas marcas más identificables de Brasil.

Sus señas de identidad son los colores y estampados vibrantes sobre cortes femeninos y vanguardistas con una gran atención al detalle. El hilo conductor es la naturalidad, un espíritu que prefiere unos pies descalzos sobre la arena a unos tacones. Cada prenda FARM Rio es algo único y especial.

Todos los estampados FARM son creaciones ex profeso y frecuentemente lo son en colaboración con artistas locales. Es el caso del artista plástico Alberto Pitta. Exponente del arte baiano (movimiento con raíces afro-brasileñas y epicentro en el estado de Bahia), Pitta fusiona este estilo con el universo FARM creando estampados mediante técnicas puramente artesanales.

FARM Rio Alberto Pitta

El público del hemisferio Norte entró en contacto con FARM casi sin darse cuenta. Las colaboraciones de la marca con Adidas hicieron aparecer en sus estanterías y perchas un puñado de prendas “distintas” que pedían atención. 

FARM Rio x adidas

En 2019 Farm Rio da el salto al mercado internacional con una pop up store en Los Ángeles y dos flagship stores en NYC y Miami. Las colecciones que se pueden comprar en estas tiendas están pensadas para acercar las señas de identidad y el diseño brasileño de Farm al público norteamericano y europeo.

En 2020, Farm cruza el Atlántico con una pop up store en Le Bon Marché, París, y sus creaciones están al alcance del público europeo en BOROGODÓ.

En BOROGODÓ trabajamos marcas que se toman en serio la sostenibilidad y FARM cumple aquí con creces. La marca lo transmite con acciones como su concept store y estudio Harmonia en São Paulo. El edificio fue diseñado por el estudio francés Triptyque y es casi un destino turístico, un jardín viviente regado por agua de lluvia.

Pero no hay que quedarse en transmitir, FARM colabora con ONGs como SOS Mata Atlántica e Idesam y planta un árbol por cada venta global (inspiración para BOROGODÓ). Hasta hoy se han plantado más de 50 mil árboles en la selva Amazónica. Dona, reutiliza o recicla las prendas que no vende y la materia prima sobrante y todas sus cadenas de producción y suministro en Brasil están auditadas y certificadas por AVBTEX como socialmente éticas.